martes, 11 de septiembre de 2012


La foto la he tomado este pasado fin de semana en un bar de Sabiñanigo y muestra un cartel que expresa una realidad cada vez más presente: la falta de educación.

Cada vez cuesta más que la gente te salude o te devuelva el saludo. Sin ir más lejos, los días posteriores a esta foto he estado caminando por la montaña entre Francia y España. La inmensa mayoría de franceses saludaban cuando se cruzaban con mi grupo, niños y adultos, y muchas veces con cierta efusividad; los saludos con los españoles eran más escuetos y difíciles de obtener, aparte de que los niños no acostumbran a saludar.
Si esto pasa en la montaña, que no ha de pasar en la ciudad.

No cuesta nada desear unos buenos días, tardes o noches o de decir un ¡Hola!, un ¡Adiós! o un gracias.

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