lunes, 13 de agosto de 2012

¡QUE DIFÍCIL ES PENSAR!



Hace años asistí a un concurso de Gossos d'atura (perro pastor de origen catalán) y me pareció muy interesante, así que el pasado sábado invité a una amiga al concurso que hacían en Montnou (Odèn) -Lleida-, ya que ella nunca había presenciado un espectáculo de este tipo.

En esta ocasión no me ha gustado nada: difícil saber el circuito que debían seguir las ovejas (explicado al principio y sin ningún comentario posterior), tres o cuatros pastores descalificados por salir las ovejas del cercado, solo tres o cuatro (de un total de once) que pudieron acabar el circuito, etc.

Aparte me parece curioso que se utilice el nombre de "Concurs de gossos d'atura" cuando sólo había perros Border Collie.

En realidad este artículo no es para explicar el concurso, si no la poca consideración hacia el público y la nula empatía de la organización, aparte de algún detalle digamos que "gracioso".

El concurso comenzó a las 11:15. Nosotros llegamos unos minutos antes y nos sentamos en las sillas que había bajo una carpa (las que no tenían la etiqueta de "reservadas"). Al poco una chica de la "organización" no obligó a dejar las sillas a bastantes personas porque según ella las demás sillas (sin etiqueta) estaban reservadas para las personas que habían comprado el tiquet para la comida. Le dijimos que eso no lo ponía en la pagina web ni en los carteles, ni el el tiquet de la entrada, pero pasó de nosotros. Todos salimos de allí. Un rato más tarde le pregunté hasta cuando pensaban dejar las sillas vacías; respuesta: "hasta que se vendan los tiquets, de momento no hemos vendido ninguno". El caso es que más tarde una persona que conocimos allí se lo comentó a una autoridad y nos dio permiso para sentarnos los cinco. Aquí también funciona el enchufismo: "sentaos pero no se lo digáis a nadie".
Como es normal con esta "organización" mucha gente estuvo de pie y bajo el sol a pesar de permanecer la mitad de las sillas vacías durante todo el concurso.

El broche de oro fue al finalizar el concurso, sorteaban una panera con el número de la entrada. Yo tenía el número 130 y eso que llegue cuando el concurso estaba a punto de iniciarse, es decir, siendo optimistas había menos de 200 personas con entrada numerada.
El sistema del sorteo era sacar tres números por separado: primero unidades, después decenas y después centenas. Ufff!!! Pensé y le comenté a mis cuatro acompañantes: ¡A que lo hacen!... y lo hicieron.

-- El 7, el 4, el 5: 547. (Pasan unos segundos). Nadie lo tiene, volvamos a sortear.
-- El 2, el 6, el 9: 962. (Pasan unos segundos). Nadie lo tiene, volvamos a sortear.
-- El 5, el 3, el 4: 435. (Pasan unos segundos). Nadie lo tiene, ¿Qué hacemos?.

El caso es que pasados unos minutos nos fuimos y no llegamos a saber si en algún momento se dieron cuenta de que mientras en las centenas no pusiesen tan solo el 0 y el 1 nadie tendría el número.

La reflexión final es que no se como aún nos podemos quejar de la crisis con lo mal que se trabaja y lo poco que se piensa. No era el primer concurso que organizaban, era el séptimo. Pensar un poco no viene mal.

11:12 A punto de comenzar.

11:22 Después dela primera participación.

12:34 Con bastantes "okupas".

12:34 Sillas vacías también en la" zona mixta"
13:30 Ya ha acabado... ahora empieza el sorteo.



ALGUNAS FOTOS DEL CONCURSO
 

 

Una parte del público buscando sombra y asiento.
 


¡Quiero irme!. ¡No me gusta! Beee beeeee

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